Palazzo Reale Milano - Destino Napoleón - Federación Europea de Ciudades Napoleónicas

Palacio reale-milano

Construido entre 1770 y 1778 según diseño de Piermarini, el Palazzo Reale es uno de los monumentos más importantes de la ciudad. En 1796, el general Napoleón Bonaparte conquistó Milán e instauró la República Cisalpina. En aquella época, el Palazzo Reale era el palacio real y ducal de los austriacos. Tras la anexión a Francia, el edificio pasó a llamarse Palazzo Nazionale, convirtiéndose en la sede de los principales órganos de gobierno de la nueva República.

Se adquirió un suntuoso mobiliario nuevo. Cuando los austro-rusos recuperaron el control de la ciudad en 1799, el gobierno francés se vio obligado a vender apresuradamente la mayor parte del mobiliario del palacio y dejar que la población saquease otras estancias. En 1805, con la coronación de Napoleón, Milán se convirtió en la capital del Reino de Italia, que abarcaba parte del norte de Italia y hasta la región de Las Marcas, y pasó a ser la sede del nuevo gobierno. El Palacio fue rebautizado como Palacio Real y alcanzó su máximo esplendor en esta época. Daños causados por las guerras

y se adquirieron nuevos y suntuosos muebles. Eugène de Beauharnais procedió a la ampliación del palacio, cuyo proyecto fue confiado a Luigi Canonica. Andrea Appiani recibió el encargo de pintar los frescos de los salones de recepción: la primera obra se inauguró el 8 de mayo de 1805, con ocasión de la visita oficial de Napoleón a Milán. Con la caída de Napoleón en 1814 y la Restauración austriaca, el Palazzo Reale se convirtió en la sede del nuevo virrey del reino lombardo-veneto. En la actualidad, el edificio alberga uno de los museos más importantes de la ciudad.