Montpellier

La ciudad de Montpellier está marcada por sus vínculos con la historia napoleónica. Como su padre, Carlos Bonaparte, que, aquejado de una úlcera de estómago, acudió a Montpellier en 1784 para ser tratado por el prestigioso Colegio de Medicina, o Jean-Jacques de Cambaceres, mano derecha del Emperador e hijo de un alcalde de Montpellier, sin olvidar a Albine de Montholon, miembro de la buena sociedad de Montpellier, que acompañó al Emperador en su exilio a Santa Elena, compartiendo su intimidad durante cuatro años.

Montpellier y su metrópoli cultivan la memoria de la época napoleónica. Así pues, eche un vistazo a la placa conmemorativa en honor a Carlos Bonaparte acudiendo a la Rockstore. Muchos lugares llevan todavía la huella de Cambaceres, como la plaza Chabaneau, la casa de Aniane en la que se fundó la Sociedad de los Amigos de la Constitución de

Montpellier, o la calle Jacques Coeur, la iglesia de los Penitentes Blancos, sede de la cofradía epónima, de la que Cambaceres era el prior. En la Metrópolis de Baillargues, podrá admirar a lo largo de la antigua carretera imperial, un mural de 94 m de longitud realizado por Claire Aton en 2018 y que conmemora la epopeya napoleónica.