Isla de Aix

<Durante una visita de inspección a la isla en 1808, Napoleón I, que pretendía reforzar la defensa del arsenal de Rochefort, elaboró los bocetos de un modelo de fuerte "indestructible e inexpugnable". El emperador quería reunir a casi 4.000 hombres en la isla de Aix, que deberían ser capaces de repeler a 12.000 ingleses si se presentaban. En julio de 1815, por fin, permaneció allí durante algún tiempo antes de ser exiliado a la isla de Santa Elena.

A un paso de la costa de Charente-Maritime y de Fort Boyard, la isla de Aix es una línea de lápiz en el océano. Clasificado como "sitio natural notable", concentra toda la diversidad de los paisajes del litoral de la Charente. Un verdadero microcosmos y una isla de tranquilidad, que sólo se puede descubrir a pie, en bicicleta o en coche de caballos.

su pueblo fortificado, sus fortalezas y sus baterías costeras, lo convierten en un lugar atemporal, que hace las delicias de los amantes de la historia y la aventura. En el corazón de las rivalidades entre los reinos de Francia e Inglaterra, se puso en marcha un importante sistema de fortificaciones. Ahora es un destino para el turismo de playa y cultural.